Manuel García Y Rodríguez - II

sábado

("Patio andaluz con niños" - 1906)

La temática del paisaje cultivada por el artista en los años finales del siglo XIX parece ampliarse a otros parajes, como el Albaicín granadino o las costas de Cádiz, haciéndose extensiva también a vistas del puerto y rincones costeros, en la línea del ramal del ferrocarril de El Puerto de Santa María, Rota, Chipiona y Sanlúcar de Barrameda, localidad esta última dónde el pintor pasará las temporadas de verano, concretamente en las inmediaciones de la playa de La Jara, muy concurrida por cierta burguesía andaluza y lugar predilecto de descanso y curas salutíferas, donde el artista poseyó una villa de recreo, por nombre “La Marquesita”. Allí realizará vistas panorámicas de la desembocadura del Guadalquivir, playas y entorno agrícola residencial.


 ("Playa")
 ("Pueblo en el Mediterraneo")

Quizás a partir de este momento, y más tardíamente en las primeras décadas del nuevo siglo, su obra parece contagiarse de ciertos efectos lumínicos, por los que también comienza a interesarse otros paisajistas sevillanos, como López Cabrera, Gonzalo Bilbao o González Santos. Atraídos ya por la órbita impresionista y la fascinación y el reconocimiento que por aquellas fechas despertaría la pintura de Joaquín Sorolla.

("Patio Sevillano")
Tras contraer matrimonio, fruto del cual tuvo cuatro hijos, ya en plena madurez el artista llega a un nuevo reconocimiento: en 1889 es nombrado miembro de la Academia de San Fernando de Madrid, año en que participó en la Exposición Nacional con “Camino en Alcalá de Guadaira”. 

 ("Patio andaluz" - 1919)
Al año siguiente volvería con “Mañana de otoño a orillas del Guadaira”, “Orillas del Guadalquivir en Sevilla” y “Jardín sevillano”. Este mismo año también en Madrid, asiste a la exposición organizada por Blanco y Negro con el dibujo “Cigarrera Sevillana”.

 ("Orillas del rui Guadaira")
En 1904 realiza un nuevo viaje a Marruecos del que se conocen algunas vistas de Tánger y envía a la Nacional “Tarde de Enero a Orillas del Guadaira” “Patio de los Naranjos de La Catedral” “El Cerro de San Roque en Alcalá” y “Lavanderas del Guadalquivir”. También firma en Granada algunas vistas del Albaicín y notas pintorescas.
 ("Una escena callejera con una mezquita, Tánger")

("Patio Andaluz" - 1915)
En los años de la segunda década del nuevo siglo, García Rodríguez alcanzará el mayor grado de difusión de su obra y fama personal, coincidiendo con un momento de prosperidad económica en los años de la Gran Guerra y siguientes, en los que el pintor parece ser el paradigma del paisajismo sevillano, con nuevas incorporaciones y puntos de vista, entre lo castizo y lo tradicional, pasando por lo historicista, o los rasgos donde se detectan estéticas modernistas e impresionistas, aún muy lejos de la ortodoxia plástica y conceptual de este movimiento, pero donde se asume una nueva valoración de lo pictórico y luminoso que refresca algo de su pintura, centrada ahora en patios, parques, compases y jardines. 
 ("Madre e hija cosiendo en un patio")
De ahí las ilustraciones “Patio del yeso del Alcázar de Sevilla” y “Jardín del Buen Retiro del Alcázar”, reproducidas en la revista La Esfera en 1914.
 
 ("Jardines del Alcázar de Sevilla")

En 1919 formó parte de la Comisión de Monumentos de la ciudad de Sevilla.
A partir de estos años reparte su actividad entre Madrid y Sevilla, enviando series de paisajes a cada convocatoria de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, y a las organizadas en Sevilla por la Sociedad Económica de Amigos del País o al Centro de Bellas Artes del Ateneo, del que fue miembro activo de 1902 a 1903.

("Jardines de las Delicias")
 

Los últimos años de su vida serán de una especial fecundidad, especialmente en lo que se refiere a sus paisajes del Alcázar sevillano, ampliados previamente a la Exposición Iberoamericana de 1929.
También en los años veinte, y ya próximo su fallecimiento, descubre la ciudad de Ronda con sus encuadres pintorescos, inaugurando un nuevo proyecto pictórico, que inicia realizando algunas notas y apuntes.

En Esta actividad, tras una vida tranquila y hogareña, de carácter tranquilo y alejado de la vida social, le sorprende la muerte en Sevilla, el 6 de mayo de 1925.

8 soñaron conmigo:

Mari-Pi-R dijo...

Soy aficionada a la pintura, y desconocía este pintor, me encantan los sus cuadros de los jardines interiores.
Tienes un blog muy interesante.
Saludos

Akael dijo...

Mari-Pi-R, efectivamente no es un pintor de los más conocidos, pero su obra está llena de matices y coloridos.
Pertenece a la escuela paisajísta sevillana y a la escuela de Alcalá de Guadaira.

Saludos

Málaga dijo...

Pues yo tampoco lo conocía, así que te agradezco que me lo hayas presentado. Me ha gustado muchísimo, la temática, la riqueza de color, el manejo de la luz... muy bueno. Gracias.

PACO HIDALGO dijo...

Yo sí lo conocía, pero había visto muy poco de él, y gracias a tus entradas conozco mucho más, y realmente me gusta su pintura, en general me gustan todos los pintores regionalistas, porque tienen una luz y un color muy muy sureño. Gracias por mostrárnoslo. Saludos.

Flor dijo...

Vengo del blogue de Malaga, y me gusta de todo lo que veo.
Queria seguirte, pero no tienes aqui los seguidores, voy anotar tu link para siempre pasar y admirar lo que vas publicando.
Te felicito por la calidad de tu blogue.
Te inivito a que pases por mi casa, es distinta, tiene otra "arquitectura" pero es una casa a mi
manera.

Un beso
Flor

Akael dijo...

Paco Hidalgo, también a mí me gustan los pintores regionalista.
Manuel García y Rodríguez no es uno de los más conocidos, pero si de los que muestra una obra variada y colorista.

Gracias por pasarte.

Un abrazo

Akael dijo...

Flor, gracias por tus palabras y por tu visita.
Ahora me paso por tu casa.

Un abrazo

Akael dijo...

Málaga, para mi es uno de los paisajista que más me gustan. No es de los más consagrados, pero sus lienzos muestran una expresión y colorido que atraen.

Un abrazo

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