miércoles
No se podría decir que la vida de Rosalía de Castro fuera un lecho de rosas. Ya desde su nacimiento hubo hechos en ella que indiscutiblemente la marcaron de por vida y que inevitablemente influyeron en su obra, y que se reflejan tanto en la poesía como en la prosa, pero que a la vez la dotó de la sensibilidad tan presente en su trabajo.
Su padre fue José Martínez Viojo, sacerdote nacido el 7 de febrero de 1798 y que contaba treinta y nueve años.
Fue bautizada con los nombres de María Rosalía Rita, y debido a que era fruto de madre soltera y padre sacerdote, en su partida de nacimiento figura como “hija de padres incógnitos”, pero especificándose que no había pasado por la inclusa. Igualmente por estos motivos no existe prueba documental acerca de la identidad del padre, quien tampoco pudo reconocerla ni legitimarla, aunque si se interesó por ella.
Según parece estos hechos no consiguieron ser superados ni afrontados por su madre. El hecho de un nacimiento para ella sacrílego, y el que la niña figurara en la partida de nacimiento como hija de “padres incógnitos”, así como la presión socia, pudieron más que ella y dejó a la recién nacida bajo la protección del padre, quien a su vez la delegó al cuidado de sus hermanas, María Josefa y Teresa, las cuales se hicieron cargo de la niña durante un tiempo y llevándola a vivir con ellas, a la casa familiar “Casa do Castro”, y después a Padrón.
Sin embargo Teresa no llegó a estar del todo desvinculada de su hija, ni tampoco mucho tiempo separada de ella, pues existen documentos en el Registro del Ayuntamiento de Padrón, en los que figuran que en aquella localidad reside doña Teresa de Castro, con su hija Rosalía y una criada llamada María Martínez. Igualmente aclara que El estado civil de Teresa es el de soltera. Por la fecha en la que está datado el documento se deduce que Rosalía cuenta con cinco años de edad, por lo que se sigue desconociendo cual fue el momento exacto en el que la madre recupera a su hija para llevársela a vivir con ella.
Aunque como ya se ha apuntado se desconoce el momento en que madre e hija se reunieron y comenzaron a vivir juntas, si hay constancia del gran amor y compenetración que existía entre ambas. Para Rosalía su madre era la pura imagen de mujer enamorada y seducida por el hombre, en un principio apocada por el hecho pero que resurge posteriormente para reconocer ante la sociedad el fruto de su pasión redimiendo así su “pecado”, hecho que Rosalía hace constar en su obra “La hija del mar”, homenajeando así el valor de su madre refiriéndose en dicha obra a una hija expósita:
«Hija de un momento de perdición, su madre no tuvo siquiera para santificar su yerro aquel amor con que una madre desdichada hace respetar su desgracia ante todas las miradas, desde las más púdicas hasta las más hipócritas».
Rosalía creció con una salud débil y la enfermedad siempre acechando, lo que no fue impedimento para que desarrollara una gran personalidad, de recio carácter y siempre al lado de los desvalidos.
El 10 de octubre de 1858. Rosalía se casa con Manuel Murguía, erudito cronista de Galicia. Al año siguiente Rosalía da luz a su primera hija, Alejandra, a la que han de seguir seis hijos más.
y la convivencia con su madre queda interrumpida esporádicamente, para ser definitiva en 1862, cuando Teresa muere repentinamente.
El hecho sume a Rosalía en la desolación y muestra su desgarro y dolor en un librito de poesías que titula “A mi madre”. La soledad y el abandono que el trágico episodio produjo en ella, permanecería a su lado hasta su muerte.
(Rosalía con sus hijos)
Alejandra, nacida en mayo de 1859 en Santiago de Compostela, casi a los siete meses exactos del matrimonio de sus padres. Murió en 1937.
Aura, nacida en diciembre de 1868 (obsérvese el largo intervalo sin descendencia). Murió en 1942.
Gala y Ovidio, gemelos, nacidos en julio de 1871. La primera murió en 1964; Ovidio, en 1900.
Amara, nacida en julio de 1873. Murió en 1921.
Adriano Honorato Alejandro, nacido en marzo de 1875, murió en noviembre de 1876 a consecuencia de una caída.
Valentina, nacida muerta en febrero de 1877.
Todos murieron antes que ella.
La vida de Rosalía de Castro estuvo por entero dedicada a su marido y a sus hijos, y nunca aspiró a la fama. Las obras que publicó lo hizo a instancias de su marido.
El cáncer se cebó con su vida y la mantuvo bajo la enfermedad en soledad, tal y como Rosalía detalla en una de las muchas cartas que le a su marido escribió mientras se apagaba lentamente:
«Mi querido Manolo: No debía escribirte hoy, pues tú me dices lo haga yo todos los días, escaseas las tuyas cuanto puedes, pues casualmente los dos días peores que he tenido, hasta me aconteció la fatalidad de no recibir carta tuya. Ya me vas acostumbrando, y como todo depende de la costumbre, ya no hace tanto efecto; sin embargo, estos días en que me encuentro enferma, como estoy más susceptible, lo siento más. Te perdono, sin embargo, aunque sé que no tendrías otro motivo para no escribirme que el de algún paseíto con Indalecio, u otra cosa parecida…».
”Estando lejos de ti vuelvo a recobrar fácilmente la aspereza de mi carácter que tú templas admirablemente, y eso que, a veces, me haces rabiar, como sucede cuando te da por estar fuera de casa desde que amanece hasta que te vas a la cama, lo mismo que si en tu casa te mortificasen con cilicios».
Años después Manuel escribiría:
«Como ya se acercan los días de la muerte, he empezado por leer y romper las cartas de aquella que tanto amé en este mundo. Fui leyéndolas y renovándose en mi corazón alegrías, tristezas, esperanzas, desengaños, pero tan llenas de uno que en realidad, al hacerlas pedazos, como cosas inútiles y que a nadie importan, sentí renovarse las alegrías y dolores de otros tiempos.
Verdaderamente la vejez es un misterio, una cosa sin nombre, cuando he podido leer aquellas cartas que me hablaban de mis días pasados, sin que ni mi corazón ni mis ojos sangraran. ¿Para qué?, para que me decían. Si hemos de vernos pronto, ya hablaremos en el más alla».
Rosalía de Castro murió de cáncer a los cuarenta y ocho años y medio en su casa de Padrón.
Antes de morir pidió que sus restos descansaran en el cementerio de Adina, de Iria Flavia. En 1891 su cuerpo fue exhumado y trasladado al Panteón de Gallegos Ilustres, en la Iglesia de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela.
Sus primeros versos los compuso cuando contaba doce años de edad, y a los diecisiete publicó su primer libro “La Flor”(1857) en donde se precibe una notable sinceridad de sentimientos, sobresaliendo lo trágico de la existencia.
“...En las riberas vagando
de la mar, las verdes olas
mira Argelina y contando
las horas que van pasando
vierte lágrimas a solas...”.
(La Flor - 1857)
“...Yo tuve una dulce madre,
concediéramela el cielo,
más tierna que la ternura,
más ángel que mi ángel bueno.
En su regazo amoroso,
soñaba... ¡sueño quimérico!
dejar esta ingrata vida
al blando son de sus rezos... “
(“A mi madre” 1863)
"...Has de cantar,
meniña gaitera;
has de cantar,
que me morro de pena.
Canta, meniña,
na beira da fonte;
canta,daréiche
boliños do pote..."
Ya en su madurez escribió “Ruinas” y “El Caballero de las Botas Azules”.
En “Follas Novas”, (1880) su último libro de poemas en gallego, Rosalía desata su corazón en unos poemas que dejan entrever la visión sombría de la existencia humana.
Su obra maestra en castellano, y la última obra que publicó en vida, es En las orillas del Sar (1884), versos de tono íntimo, de extraña penetración y de profunda resonancia humana.
“...Inexplicable angustia
hondo dolor del alma,
recuerdo que no muere,
deseo que no acaba...”
Fuentes de Datos:
*Biografías y Vidas
*Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
9 soñaron conmigo:
Vaya, me ha sorprendido bastante, aparte de la figura de Rosalía, la de su madre.
Me quedé encantada de leer la biografía. Me agrada mucho tu blog y seguiré visitándolo.
Que tengas un lindo día
Excelente información que nos das de esta luminaria de la poesía española. Dura vida, de ese crisol sale su obra de altura.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
En primer lugar darte las gracias por hacerte seguidora de ArteTorreherberos. Veo que tu blog es muy interesante, donde recoges autores literarios y artísticos (me gustó mucho la entrada de Martinez Montañes). La entrada de Rosalía es muy buena. Seguiré visitandote con más tiempo. Un cordial saludo desde Sevilla.
Málaga, me pasó lo mismo que a ti, me impresionó mucho la vida de su madre y como se comportó en la infancia de Rosalía.
Un abrazo
Mari Clara, puedes volver cuando quieras a esta tu casa. No imaginas como disfruto yo en la tuya.
Feliz día también para tí.
Franf Ruffino, efectivamente su vida fue dura, pero como bien dices, salió de ella ese crisol que nos enamora.
Un abrazo
Paco Hidalgo, acabo de volver de tu espacio y vengo maravillada con Rodin. Impresionante.
Otro saludo para ti, también desde Sevilla.
Hola Akael, primero te doy las gracias por tus visitas y tus palabras ... y me quedé impresionada con este blog. Que manera de ser interesante. Te felicito por tu dedicación y rigor en tu trabajo.
Un abrazo gooordooo
Publicar un comentario